Las compañías aseguradoras pierden anualmente cerca de 1.000 millones de euros por siniestros inexistentes, robos simulados o muertes ficticias, entre otras estafas.
Los casos de fraude al seguro, según publica la Radio Televisión del Principado de Asturias (RTPA) en su página web citando datos de Icea, experimentaron el año pasado en España un crecimiento del 16 %.
De cada 100 intentos de fraude, 75 se dan en seguros de automóvil, siendo las siguientes las prácticas fraudulentas más comunes: simular robos, inflar facturas mecánicas, exagerar lesiones o, directamente, hacer desaparecer el coche o destruirlo con el fin de cobrar una indemnización del seguro.
Según la RTPA, simular robos en tiendas, destruir productos con difícil salida en el mercado o incluso simular fallecimientos son otros tipos de fraude frecuentes. Ante el repunte de las estafas, las compañías extreman la precaución, especialmente en tiempos de crisis, y utilizan recursos como las redes sociales para investigar los siniestros y hallar así conexiones entre personas.
Los casos de fraude al seguro, según publica la Radio Televisión del Principado de Asturias (RTPA) en su página web citando datos de Icea, experimentaron el año pasado en España un crecimiento del 16 %.
De cada 100 intentos de fraude, 75 se dan en seguros de automóvil, siendo las siguientes las prácticas fraudulentas más comunes: simular robos, inflar facturas mecánicas, exagerar lesiones o, directamente, hacer desaparecer el coche o destruirlo con el fin de cobrar una indemnización del seguro.
Según la RTPA, simular robos en tiendas, destruir productos con difícil salida en el mercado o incluso simular fallecimientos son otros tipos de fraude frecuentes. Ante el repunte de las estafas, las compañías extreman la precaución, especialmente en tiempos de crisis, y utilizan recursos como las redes sociales para investigar los siniestros y hallar así conexiones entre personas.