En torno a 1.500 familias españolas entrarían en quiebra cada año si no fuera por el seguro obligatorio de Autos, de acuerdo con los cálculos de Unespa.
Para llegar a esta cifra, la patronal del sector asegurador ha cruzado los datos de la estadística del seguro de Autos para el número de accidentes y del Banco de España para la estimación de la riqueza y la renta mediana de las familias. La conclusión es que, si las familias tuviesen que asumir directamente las consecuencias de los daños producidos por estos accidentes, anualmente cerca de 25.000 hogares tendrían que dedicar todos sus ingresos a hacer frente a los siniestros.
Si se contabiliza todo el patrimonio consolidado de la familia, incluyendo el piso y la segunda vivienda, si la hay, cada año 3.650 hogares deberían dedicar entre el 25 y el 50 % de todo lo que poseen a pagar las consecuencias de un accidente de tráfico; 1.612 tendrían que dedicar entre la mitad y las tres cuartas partes, y casi
1.500 familias lo perderían todo.
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